Lenin soltó las bridas de un Estado y una sociedad manejadas férreamente y muchas veces a palo durante el correísmo y desató la tormenta. El expresidente y sus acólitos hablaron enseguida de traición y de varios sectores de la oposición se habló de tongo o trampa. Muchos ingenuos pensaron que habíamos pasado a un periodo de transición o primavera democrática. Pero la realidad es distinta.
Uno de los sectores donde más se aligeró el peso de las presiones y de las cuerdas fue en el ejercicio de la libertad de prensa y el trabajo de la prensa. Esto se respalda en las cifras del presente informe de los 100 días de Moreno que presenta Fundamedios. Menos agresiones, aparato de propaganda usado de manera menos intensiva, cambios en los medios estatales, menos sanciones de los medios por la Ley de Comunicación, diálogo con dueños de algunos medios, buenas relaciones con la prensa, en general. Todo ha ayudado a generar un ambiente sustancialmente más distendido.
No es un dato menor. Y en lo personal creo que lo simbólico es central en lo político y que el discurso no solo sean palabras, sino al mismo tiempo fondo.
Pero, los pendientes son muchos. Casi todos. Al final del día, el Ecuador de estos 100 días de Lenín Moreno en el poder, es un país donde se abrió una ventana a la posibilidad de empezar una transición hacia la democracia. De ninguna forma vivimos aún una transición y menos aún una democracia plena.
Si se consolida la oportunidad de transición, los avances deben ser sustanciales para reformas para desmontar los aspectos más nocivos de la Ley de Comunicación y sus reglamentos y consolidar los posibles avances en pluralismo y protección a los sectores más débiles. Se debe dar pasos decisivos para avanzar en la transparencia y el acceso a la información, incluso como mecanismo de lucha contra la corrupción, y generar procesos de Gobierno Abierto. Se debe avanzar en el desmontaje del aparato de propaganda y en crear una estructura sólida con control parlamentario y ciudadano de los medios públicos, al tiempo que se vendan los medios incautados.
En fin, la agenda es grande y muchos aspectos están recogidos en la “Hoja de Ruta para la Libertad de Expresión 2017-2019” que fue construida por un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, académicos, periodistas, directivos de medios y ciudadanos.
Por ahora, en estos 100 días, es necesario respirar el aire fresco, tratar de abrir un poco más la ventana y prepararnos para cuando realmente llegue la primavera.