Así mismo es…

«Si en un país, al Presidente no se le puede decir fascista y asesino, eso no es una democracia».

Miren lo que se dice de:

Bush

Obama y Obama

Clinton y Clinton

Incluso en una Monarquía, eso sí democrática, se puede decir esto Juan Carlos I, jefe de los torturadores o esto...

Aznar

Uribe

Los Kirchner

Peña Nieto

Tony Blair

Podemos continuar con una larga lista…

A ninguno de estos gobernantes, que llegaron al poder por mayoría de votos se les ocurrió enjuiciar y mandar a la cárcel a quienes los llamaron como los llamaron.

Lo dicho: Si en una democracia, no puedes llamar asesino o fascista a tu Presidente, no vives en una democracia…

La naturaleza de la democracia es que los ciudadanos cuestionen, escruten, se burlen, del poder, de quienes lo ejercen o representan, incluso en términos «chocantes».

En el Ecuador, el Presidente Correa dice que no se puede llamar fascista ni asesino a quien ostenta el poder. Quien lo haga será enjuiciado y, además, anuncia que ganará el juicio. Algo sobre la que no cabe ninguna duda. En medio de todo esto, el Presidente, me acaba de llamar loco tres veces, arrogante, «brillante», «merecedor de un Nobel», con los aplausos y gritos de fondo de sus partidarios que podrían que me envíen a un asilo. El poder, quienes lo ejercen y/o representan sí pueden insultar y burlarse de los comunes.

Lo dicho: «Si en un país, al Presidente no se le puede decir fascista y asesino, eso no es una democracia».

 

 

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Publicado por César Ricaurte

Para empezar, no se trata de un empresario poderoso sino un periodista de veinte años de ejercicio que en 2007 fundó con otros periodistas una de las organizaciones de libertad de libertad de expresión más importantes de América Latina, Fundamedios. Padre, activista, periodista en receso. Melómano y audiófilo. Viajero incansable. Amante de los gatos.

3 comentarios sobre “Así mismo es…

  1. De acuerdo hasta cierto punto.

    Decirle fascista a un presidente no me parece gran cosa, decirle «asesino» eso es diferente porque suena a una «acusación».

    Hay que saber marcar diferencias, se puede insultar (bestia, cojudo, longo, mono, etc) pero cuando se dicen cosas como: asesino, violador, ladrón, entonces es distinto porque ya destruyes la honra de una persona.

    Mucho MAS grave si no pruebas lo que dices, por lo menos prueben de forma contundente si Correa es un asesino, entonces después de probarlo, la libertad de decirle asesino se dará por si sola, nadie la detendrá.

    No creo que a NINGUNA persona del mundo, civilizada, le gustaría que le llamasen asesino, violador o ladrón sin probar algo tan grave.

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    1. Janeth, gracias por su comentario. El pequeño problema es que yo no he dicho que el Presidente Correa sea un asesino. Lo que digo es que en una democracia, se puede, incluso, llamar fascista y asesino a un presidente. Cualquiera que este sea. Aquí no hay ninguna personalización. Sí, me llama la atención que el Mandatario se lo haya tomado de forma personal y lo mismo hagan sus partidarios. En cualquier caso, hasta los funcionario de Gobierno reconocen la libertad de opinar como un derecho democrático. ¿No escuchamos decir hace pocos días al Secretario de Comunicación, Fernando Alvarado que decir que el director de Diario Hoy había cometido fraude era solo «su opinión» o «su percepción». ¿Cometer fraude no es, también, un delito? ¿Acaso en la democracia al estilo correista, los funcionarios tienen toda la potestad de expresar sus opiniones por más injuriosas que sean y, en cambio, los ciudadanos, no? ¿La democracia no es lo inverso: los ciudadanos controlando y cuestionando a los poderes públicos y no el Gobierno controlando lo que dicen los ciudadanos?

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